Redacción. Madrid
Los pacientes con trastorno del sueño REM tienen pesadillas en los que son atacados y perseguidos, con la particularidad de que las escenifican gritando, llorando, dando puñetazos y patadas hasta el punto de correr el riesgo de caer de la cama y hacerse daño. Lancet Neurology ha publicado el tercer trabajo consecutivo en cinco años sobre la relación entre este trastorno y la enfermedad de Parkinson. El primer trabajo demostraba en 2006 que el 45 por ciento de los pacientes que lo padecen desarrollaban la enfermedad de Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas en las que hay una falta de dopamina en el cerebro. El segundo artículo señalaba en 2010 que las pruebas de neuroimagen que miden la dopamina en el cerebro, como el spect cerebral, permiten identificar los enfermos con trastorno de sueño REM que tienen mayor riesgo de desarrollar precozmente una enfermedad neurodegenerativa como el párkinson.
Alex Iranzo.
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El nuevo trabajo concluye que el spect cerebral detecta cómo los niveles de dopamina en el cerebro bajan rápidamente con el paso de los años en los pacientes con trastorno del sueño REM. Esta técnica de neuroimagen se convierte pues en la primera herramienta para visualizar de forma precoz la progresión de la enfermedad. Todos los trabajos tienen como primer autor al Alex Iranzo, médico del Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) y miembro de la Unidad Multidisciplinar de Trastornos del Sueño, y como últimos firmantes a Joan Santamaría y Eduard Tolosa, ambos de la misma institución.
El estudio ha consistido en comparar la evolución del Spect cerebral de 20 pacientes con trastorno de la fase REM y 20 personas control durante tres años. La técnica de neuroimagen consiste en medir la presencia de dopamina en la sustancia negra, la parte del cerebro relacionada con el aprendizaje y la armonía de los movimientos. En la enfermedad de Parkinson existe un déficit de dopamina en la sustancia negra y por ello los pacientes tienen temblor, rigidez y lentitud al moverse. Los resultados obtenidos demuestran que durante los tres años de seguimiento la producción de dopamina en el grupo control se reduce como consecuencia de la edad en un ocho por ciento y en el grupo de pacientes con trastorno del sueño REM en un 20 por ciento. Una vez finalizado el seguimiento de tres años, tres de los 20 pacientes del grupo con trastorno del sueño REM ya habían desarrollado la enfermedad de Parkinson y su déficit de dopamina era del 30 por ciento.
De los tres trabajos encabezados por el equipo del Idibaps-Hospital Clínic se desprende que hay que centrar los esfuerzos en la creación de fármacos neuroprotectores que eviten la progresión de los pacientes con trastorno de la conducta durante el sueño REM hacia enfermedad de Parkinson. Por primera vez se dispone de una técnica, el spect cerebral, para evaluar si estos medicamentos son eficaces. Los autores del estudio proponen que para ser eficaz un fármaco neuroprotector debería evitar que la concentración de dopamina se reduzca más allá del ocho por ciento con el paso del tiempo.
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